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Claves para ser un buen agente de fútbol

Claves para ser un buen agente de fútbol

 

Cinco claves principales para ser un buen agente de futbolistas. Aquí las resumimos:

 

1) No pienses en el dinero

 

Ni todos los jugadores empiezan en Primera División ni todos los contratos ascienden a cifras mareantes. Los pasos deben seguirse correctamente, sin prisa y buscando el medio y largo plazo. A veces un futbolista tiene un ascenso meteórico y luego su carrera atraviesa un ‘parón’; lo habitual es que muchos tiren de orgullo y quieran seguir compitiendo a ese nivel, cuando quizá -debido a una lesión, o a un bajón en su juego- la mejor idea sea bajar un peldaño a nivel deportivo para lugar poder volver a escalarlo en mejor estado de forma. “Hay que dejarle claro al jugador que lo importante es que crezca a través del fútbol, no de su contrato”, indican.

 

2) Recuerda que el jugador es quien mejor se conoce

 

Muchos agentes comenten el error de creer saber más sobre el jugador que el propio futbolista. En caso de duda, es buena idea preguntar al deportista sobre sus impresiones o sensaciones respecto a un posible acuerdo, para conocer mejor las posibilidades de que fructifique positivamente. Un apunte útil, por ejemplo, cuando está claro que el jugador no seguirá en su actual club y buscará un traspaso próximamente. “Podemos ver los vídeos que hagan falta, pero no olvidemos que él es quien juega sobre el césped. Puede hacerse una idea aproximada sobre el estilo del club en el que podría recalar sólo jugando 90 minutos contra ellos”, admiten.

 

3) No ‘infles’ al jugador ante su entrenador

 

Hablar muy bien de tu representado es lo normal, pero procura no hacerlo con su potencial futuro entrenador delante: seguramente lo conozca al detalle mejor que tu. “Algunos son como enciclopedias. Conocen al jugador al detalle”, explican. Por eso, hay que ser realista en las descripciones de tus propios futbolistas y no ‘inflarlos’ de manera exagerada; a la larga, ser honesto con un técnico puede repercutir positivamente en la relación que tenga con la agencia de representación.

 

4) Haz los deberes: ¡merece la pena!

 

La representación es una carrera de fondo: ningún fichaje se realiza de la noche a la mañana. El trabajo puede conllevar desde un par de meses hasta medio año, un año entero o varias temporadas. Conocer al dedillo el mercado y alertar a clubes potencialmente interesados en un futbolista es una tarea vital. El mercado de invierno demanda un perfil de jugador, de rendimiento inmediato, pero también es una gran ocasión para empezar a sentar las bases de un fichaje en verano: puede que un equipo no necesite un lateral derecho en enero, pero sí en junio.

 

5) Ve siempre un paso más allá

 

 

Nunca olvides el papeleo: un buen acuerdo, si no queda rubricado negro sobre blanco, puede dar al traste con toda la operación. La vida del agente de futbolistas nunca se detiene y siempre puedes meterse ese ‘plus’ al trabajo realizado. Los clubes deben saber cuáles son tus representados, qué contratos les vinculan a sus clubes, cuál sería su disponibilidad en caso de salida, etc. También quién es el entrenador, quién toma las decisiones sobre fichajes si echan al entrenador, etc. Hay que estar atentos a noticias y rumores: quizá hayas perdido la opción de ‘colocar’ un mediocentro en un club grande después de que se decanten por un jugador de otra agencia, pero… ¿por qué no ofrecer a tu mediocentro al club que acaba de vender a su futbolista?